Will you marry with me?

Una habitación a oscuras y con muchas velas encendidas. Una mujer nerviosa esperando a su amado entrar por la puerta …



La Dra Cuddy se encontraba en el despacho rodeada de una montaña de informes y papeles. A veces se decía a si misma si todo aquello merecía la pena o si hubiera sido mejor continuar como médico en lugar de luchar por el puesto de decana del Hospital. Inmersa en sus pensamientos, no se dio cuenta de que el Dr. House entraba en su despacho de la forma que solo a él le caracterizaba.
- ¿Qué sale si juntamos un enfermito muy enfermito y un tratamiento experimental a base de inyectarle malaria? –dijo House sentándose en la silla enfrente de Cuddy.
- ¿Has inyectado malaria a tu paciente?
- ¿He dicho yo eso? No!! Vengo a que me firmes el impreso para tratarlo con malaria, soy jefe de departamento pero tiene que firmarlo alguien que este por encima de mi aunque … aquí hay algo que falla – dijo mirando a Cuddy – últimamente sueles estar debajo de mi.
Ambos se miraron …
-¿vas a firmar?
-no
-vamos!!! Tengo un paciente enfermito.
-no veo la necesidad de tratarlo experimentando con malaria ¿no sirve otro fármaco para curarlo?
-No te quejes, quiero contribuir a reducir costes.
-He dicho que no – Cuddy se quedo pensativa –
-vale. ¿Nos vamos a casa?
-una pregunta …. ¿No habrás apostado a que puedes curar un cáncer inyectando malaria?
-¿yo? No es propio de mí …
-Largo!!
-Está bien, - dijo House levantándose de la silla y dispuesto a irse de la oficina de Cuddy – mi hora de salida ha llegado. Me han dicho que hay una nueva puta Rusa que lo hace de miedo –Cuddy le lanzo una mirada a la par celosa, a la par “voy a matarte” – aunque bien … puedo ir a casa, acostar a Rachel y cenar con cierta decana del hospital que mueve las caderas en la cama como ninguna –Cuddy se levanto de su silla y sonriente se acerco a House – Que le vamos a hacer, se ve que estoy loco por esa decana.

Cuddy no pudo evitar agarrarlo por la cintura y darle un beso en los labios. Un beso que, aunque al príncipio era inocente no tardo en subir de temperatura. Mientras se besaban, House empezó a masajear el trasero de Cuddy. Le subió la falda dejando que entre sus manos y la piel de Cuddy hubiera un culotte de encaje fino. Aquella sensación empezaba a excitarla. El corazón le latía cada vez más déprisa, la respiración se hacía cada vez más agitada. Los besos, que cada vez eran más intensos, empezaban a recorrer el cuello de Cuddy.
-para House!!!
-¡¡nena!! Con lo bien que íbamos.
-Estamos en el hospital – intentaba decir Cuddy mientras House seguía besándola por el cuello - ¿no puedes esperar hasta llegar a casa?
-ummm, no se si el pequeño Greg, tu trasero y las gemelas estarán de acuerdo.
- mi trasero y las gemelas pueden esperar, el pequeño Greg tendrá que acostumbrarse a que estás cosas no se hacen en el hospital o tendré que castigarlo un tiempo largo.
-el pequeño Greg ha captado la idea pero dile a tu trasero, las gemelas y la cuevas de las maravillas que se vayan preparando al llegar a casa.
-me han dicho mi trasero, las gemelas y la cuevas de las maravillas que están deseando llegar a casa.

Cuddy le dio un tierno beso en los labios, recogió su maleta, se puso el abrigo y ambos salieron del hospital con la intención de irse a casa.

Casa de House y Cuddy.

-mami … tengo sed –dijo Rachel
- cariño, vas a cenar enseguida
-zumo!
-zumo no. Vete al salón con House que vamos a cenar ya.

Rachel se fue corriendo en dirección al salón donde estaba House viendo la tele mientras ponía la mesa. Rachel se agarro fuertemente a su pierna.
-papi!!!
-Rachel ….
-papi … aupa!!
En aquel momento Cuddy entro al salón con la cena, al ver tan tierna escena no pudo evitar sonreír.

Una hora después, Rachel estaba profundamente dormida en su cama. La mesa y la cocina recogida. House se encontraba en el salón viendo la tele cuando la intensidad de la luz bajo de repente. House se giro para ver que pasaba, iba a levantarse pero lo que vio en la puerta le hizo quedarse con la boca abierta. Allí se encontraba Cuddy, sensual únicamente lucia un conjunto sexy de color rojo pasión, el pelo suelto. Se acerco sensualmente a House, este hizo apto de levantarse pero Cuddy se lo impidió. Cuddy empezó a bailar sensualmente delante de él mientras se sentaba encima suya. Ambos se miraban a los ojos. House intento abrazarla pero ella se lo impidió, sujetando sus manos de manera que House no pudiese hacer nada. Sus labios empezaron a recorrer su cuello mientas iba desabrochando la camisa de House botón a botón. House tenía los ojos cerrados, sus manos se posaron en las caderas de Cuddy. Tenía tentaciones de abrazarla, de acariciar su espalda pero Cuddy se lo impedía.
-déjate llevar –le dijo Cuddy al oído.
Apto seguido, Cuddy se levanto agarrandolo de la mano y dispuesta a conducirlo a la habitación.


House estaba tumbado en la cama, tan solo llevaba unos bóxers negros donde se notaba su miembro erecto. Intentaba abrazar a Cuddy para desabrocharle el sujetador pero ella no lo dejaba. Besos por todas las partes del cuerpo de House, la lengua de Cuddy recorría su miembro erecto. House no podía mas, con un movimiento se coloco encima de Cuddy. Con dos movimientos se libro de su ropa interior. Sus besos recorrían su cuerpo. Su lengua dibujaba círculos en los pezones y el sexo de Cuddy. El miembro erecto de House entró en ella. Ritmo descontrolado, respiración agitada, gemidos… dos cuerpos sudorosos llegando juntos al clímax del placer. Y abrazados, mirándose a los ojos, besándose, dos cuerpos entregados el uno al otro.
-te amo –le dijo House dándole dulces besos en el cuello.
-te amare eternamente –le contesto Lisa.

Y abrazados, se quedaron dormidos. Cansados pero felices de estar juntos, de ser uno solo. De que, aunque no tengan nada en común, estaban juntos y eran felices.

[b]

Sábado, 8:05 de la tarde

Los nervios podían conmigo. Desde que Wilson me dijo aquellas palabras no sabía si lo que sentía era felicidad o simplemente me estaba tomando el pelo. Nunca me había imaginado a Gregory House casado y mucho menos pidiendo matrimonio a una mujer. No sabía como había llegado a aquello, no sabia si sentía miedo o felicidad.


Foreman, Taub y Chase estaban mirando un caso médico cuando House entraba por la puerta de su despacho. Detrás de él, llego Martha.
-¿Qué tenemos para hoy, mis queridos patitos? –mirando a Martha- y pollito
-mujer, 23 años…. Dolor abdominal y fiebre alta
-intoxicación por alimento en mal estado –dijo House- siguiente caso
-presenta el cuello rígido –dijo Taub
-puede ser meningitis, ¿no hay nada mejor?
-alucinaciones, convulsiones…
-punto para la pollito –la interrumpió House- eso ya no es normal. Perezoso y angustias quiero un reconocimiento completo de la paciente, drogas, antecedentes y hasta si se fuma unos petas de vez en cuando. Que lo haga pollito, vosotros estáis con ella. Tontorrón … vete a consultas, aún le debo unas cuantas horas a Cuddy. Lo se, tendría que hacerlas yo .. no me apetece y tengo cosas más importantes que hacer.
-¿apostar online es más importante que pasar consulta?
-¿yo apostando por Internet? –dijo House- noooo ….

15 minutos después de que los patitos y la pollito abandonarán el despacho de House, Cuddy entro algo cabreada.
-¿Cómo te atreves de mandar a uno de tus empleados a hacer tus horas de consulta? Te acabas de ganar 6 horas extra lo que queda de semana.
-yo no tengo la culpa de que los patitos y la pollito se peguen por hacerlas. Lo se, será el sexapil que desprendo que los vuelve locos.
-venga ya, me lo hubiera creído de cualquier otro medico. Viniendo de ti, no me lo creo.

En aquel instante, una mujer despampanante que provocaba que todas las miradas se depositen en ella a su paso entraba en el despacho de House.
-¿Dr. House?
-Yo mismo –dijo House quien no pudo evitar mirarla de arriba abajo. Cuddy se dio cuenta y no puede evitar sentir celos de que su novio mirará de aquella forma a aquella extraña.
-Soy la Dra. Montgomery, me ha llamado la familia de su paciente por que quieren un médico de confianza para el caso.
-El Dr. House es el mejor médico de este hospital –intervino Cuddy- no entiendo por que …
-perdona, estoy hablando con el Dr. House ¿Quién se cree que es para interrumpir una conversación entre médicos?
-Dra. Lisa Cuddy –dijo Lisa empezando a notarse el cabreo que llevaba encima –directora del PP
-¡¡¡zasssss!!! Esa es mi chica.
-House!! No interrumpas una conversación entre mujeres médico –dijo Cuddy con cierto retintín – como directora del PP, decirle que tenemos al mejor equipo de radiodiagnóstico que no necesita la ayuda de cualquier médico externo al hospital.
-como médico externo –dijo la Dra. Montgomery – mi paciente quiere que yo este en el caso o sino pedirá el traslado a otro hospital. Además estoy ansiosa por trabajar con el Dr. House. Llevo yendo detrás de él mucho tiempo y ahora que lo tengo enfrente no voy a desperdiciar la ocasión.

Aquellas últimas palabras enfurecieron aún más a Cuddy. ¿Quién se creía esa tal Montgomery para tirarle los tejos de esa manera al Dr. House? Su Dr. House, su novio, su marido.
-tengo que irme –dijo Cuddy, no sin antes acercarse a House y plantarle un beso de película mientras sus manos recorrían el culo de su novio. Conscientemente quería decirle a “esa” que aquel hombre que quería ligarse tenía pareja, en definitiva, estaba “comprometido” con una mujer.

El resto de la mañana fue con normalidad. Pruebas médicas, análisis y un diagnostico que no llegaba a decidirse. House se encontraba en su despacho delante del ordenador ¿pensando sobre el caso? Mejor digamos que jugando por Internet. Sin darse cuenta, tenía a la Dra. Montgomery delante de sus narices.
-un caso difícil
-no tanto como los que suelo tener cada semana.
-Debo confesarte algo –dijo mirando a House – llevo años deseando trabajar con una leyenda como tú. No solo en el terreno profesional sino más bien por el terreno personal. House no dejaba de mirarla atento a sus palabras. En aquel momento Alison se apoyo en su escritorio, poniéndose entre él y el ordenador enseñando parte de su muslo que dejaba ver su falda ajustada. House estaba empezando a ponerse nervioso pero no quería engañar a Lisa.
-Creo que tenemos que volver con el paciente –dijo mientras se levantaba.
-Tienes tres médicos excelentes –dijo parándole en seco- y una estudiante de medicina brillante que por un momento se las pueden arreglar sin ti. -La Dra. Montgomery empezaba a besarlo por el cuello mientras iba dirigiéndose a sus labios- y en cuanto a la Dra. Cuddy, ella no es rival para mi. Me gustas mucho y voy a hacer lo que sea para conseguirte.

Casi sin darse cuenta, la Dra. Alison se encontraba besando a House sin que este pudiera reaccionar. Al abrir los ojos, House vio a Cuddy al otro lado de la puerta. Petrificada. Con los ojos llorosos, como si estuvieran a punto de romper a llorar. No sabía que hacer, tan solo se dio media vuelta y se fue directa al ascensor.
-¡¡¡Lisa!!! –dijo House librándose de Alison, agarrando su bastón y yendo detrás de ella.
-¡¡Lisa!! – pero no llego a tiempo por que las puertas del ascensor ya se habían cerrado.
-¡¡¡MIERRRRDA!!!

Mientras en el despacho de House, la Dra. Alison Montgomery mostraba una sonrisa triunfante.